Si has comenzado a aprender un idioma, el de verdad, el que hablan las personas en la calle, no el de los libros, es cierto, al principio te va a costar mucho entender, pero ten paciencia, con constancia lo conseguirás.
Oír, efectivamente, no es lo mismo que escuchar, pero para mejorar hay que hacer las dos cosas. Es importante exponerte al idioma todo lo que puedas, las pausas, los acentos, la entonación… y, por otro lado, cuando te pongas a escuchar, selecciona los audios, adecúalos a tu nivel y trata de entender cada día un poquito más. Es una buena forma de mejorar el listening.
Veamos algunos consejos:
- Puedes comenzar con series, películas, documentales, noticias, eso sí, fuera los subtítulos, la razón, al final lees, pero no escuchas. Debes aprender a escuchar y poco a poco irás aumentando tus expresiones y vocabulario.
- Lee, y lee en alto, grábate y escúchate después, así verás dónde tienes que mejorar. Los audiolibros, son un buen método para la lectura, ya que aprenderás a entonar, a realizar las pausas de forma adecuada y otra vez, adquirirás nuevo vocabulario y expresiones para tu speaking.
- Si tu nivel no es muy avanzado, comienza escuchando no más de 2-3 minutos seguidos. Para, e intenta entender lo que has escuchado, y si no lo has entendido, vuelve a escucharlo. Anota las palabras que no conoces o lo que crees que estás escuchando y vuelve a intentarlo. No te agobies, poco a poco irás ampliando los minutos.
- Escucha podcast, en ellos encontrarás diversos acentos, que te ayudarán a educar el oído.
- Realiza algún curso online, tienen ejercicios que te ayudan a esforzarte.
- Se constante, y si no puedes hacerlo sólo, compartelo con otras personas, en clases, sesiones, etc.
Aprender un idioma es una carrera de fondo, cada día darás un paso nuevo. Requiere de voluntad por mejorar. Cuando somos pequeños aprendemos a hablar antes que a leer y a escribir, y esto conlleva todo un proceso. Pues como adultos, nos pasa un poco lo mismo. No quieras correr, sin aprender a andar.
Escucha, escucha y vuelve a escuchar, y siempre que puedas, ponlo en práctica. Aprende a escuchar para poder hablar.